Introducción
En el mundo acelerado del desarrollo web, crear un sitio atractivo es solo el primer paso. En este post vemos por qué el mantenimiento web es la clave para asegurar rendimiento óptimo, seguridad y la sostenibilidad de cualquier proyecto en el largo plazo.

Actualizaciones y parches de seguridad
Mantener la seguridad del sitio es esencial. Las actualizaciones periódicas de CMS, plugins, dependencias y servidores cierran vulnerabilidades, reducen la superficie de ataque y protegen la integridad de los datos.
Optimización del rendimiento
La velocidad importa. Aplicá estrategias como compresión de imágenes, minificación y caché (HTTP/CDN), además de revisar consultas a la base de datos y métricas clave (LCP, INP, TTFB) para ofrecer una experiencia fluida.
Copias de seguridad y recuperación
¿Listo para lo inesperado? Definí un plan de backups (frecuencia, retención, almacenamiento externo) y pruebas de restauración para volver a estar online rápido ante incidentes sin perder información crítica.
Monitoreo y analítica
El conocimiento es poder. Usá monitoreo (uptime, logs, alertas) y analítica para entender el comportamiento del usuario, detectar cuellos de botella y anticipar problemas antes de que afecten a tus visitantes.

Gestión de contenidos y actualización de información
El contenido desactualizado espanta visitas. Mantené el sitio fresco y coherente con un flujo de trabajo claro: calendario editorial, revisión de enlaces/medios y políticas de versionado y approvals.
Pruebas y aseguramiento de calidad
Evitá sorpresas. Implementá pruebas continuas (funcionales, responsive, accesibilidad) y QA antes de cada release para asegurar que el sitio se vea y funcione bien en distintos dispositivos y contextos.
Escalabilidad y actualizaciones futuras
Prepará el crecimiento. Diseñá para escalar (CDN, caché, base de datos, colas de trabajo) y planificá actualizaciones sin downtime con automatizaciones (CI/CD), entornos de staging y documentación clara del runbook.